6935 + 36... días

No se puede complacer a todos por mucho que una lo intente... ¡mucho menos a las hijas!
Por exceso o por defecto... de alguna manera te equivocarás.
Y esto no se comprende hasta bien avanzada la maternidad.
Yo intenté ser absolutamente equitativa con mis hijas... siempre comprando dos unidades de cada artículo, respetando los colores predilectos, tratando de satisfacer los deseos expresados, los gustos, los anhelos, tratando de ser ecuánime en todo hasta la exageración... ¡y no he acertado!
Hace unos años recibí una "frase-sentencia", de esas que te dejan muda: "no tenías que darnos a las dos lo mismo, sino a cada una lo que necesitaba"... ¡Glup! Imposible de rebatir.

Creo haberme relajado en eso, creo estar mejorando pero ayer, mi "peque" de 19 años, me señaló que no le había dedicado una entrada por su cumpleaños del pasado veintidos de junio, igual que hice con su hermana! ¿Cómo explicarle que no es desamor? ¿Que a veces necesito estar un poquito en mí y no tan pendiente de los demás? ¿Que si no atiendo a mis necesidades no estaré verdaderamente disponible para otros?...
Pero ahora, aunque esté de bajón y haya pasado la fecha exacta de tus diecinueve, te dedico esta entrada... mi AMADA LUCÍA (tan guapa por fuera como por dentro)
Nunca sabrás medir lo que te quiero, hija. ¡FELIZ Y PROFUNDA VIDA!